Masche, El Raspador, fue convocado a un panel sobre Vocación y Liderazgo el pasado 30/6 en La Rural. A continuación un resumen de algunas preguntas que le formuló la audiencia al término de su ponencia y las respuestas que resumen su línea de pensamiento.
- ¿Qué te gustaría hacer sino hicieras lo que haces?
¡Algunas cuestiones antes de responder! Si bien siempre es interesante trazar una continuidad entre cada cosa que hacemos para aprender y perfeccionarnos, hoy en día es bien posible tener más de una carrera en la vida. Mitad porque las carreras han cambiado mucho y duran poco. Mitad porque la vida se ha extendido considerablemente para el promedio de la población mundial. A mí me parece fundamental imprimir tu propia identidad en tu profesión, o sea no ser solo Ingeniero, sino ser ESE Ingeniero que sos y que te distingue de los demás. Para eso tenes que conocerte bien. Otro tema esencial es amar lo que te toca hacer. La ocupación profesional en el mejor de los casos termina siendo una síntesis más o menos adecuada entre algunos aspectos vocacionales y algunas cuestiones de oportunidad. No existe “hacer lo que amas” en el vacío y sin condicionamientos. Pero es clave encarar la ocupación destacando los aspectos vocacionales (lo que permite imprimirle identidad al rol) y haciendo que funcionen las cuestiones de oportunidad.
Dicho todo esto, es decir, sabiendo que es posible construir más de una vocación en la vida, que se construye en la continuidad de la propia identidad y dedicándote con pasión a lo que te toca, hay una serie de cosas que podría estar haciendo sino hiciera lo que hago. La academia en ciencias sociales, la consultoría de negocios, la actividad política o la música, son algunos ejemplos…
- ¿Qué les dirías que estudien a las nuevas generaciones? ¿Cómo te imaginas las profesiones en el futuro?
Estudien cualquier cosa pero… ¡luchen por acceder a estudiar! En particular algún lenguaje. Puede ser matemáticas, música o un idioma cualquiera. Un idioma les da la posibilidad de “aprender a desaprender” y eso es una competencia clave. El mundo del futuro será aún más especializado que el actual, pero el conocimiento de la especialidad durará mucho menos aún de lo que dura hoy. Las profesiones como las conocemos son un invento de la modernidad. Tienen 300 años cuanto mucho. El mercantilismo primero y luego la revolución industrial necesitaron de la especialización del conocimiento. Para enseñar ese conocimiento especializado se desarrollaron las profesiones y se estructuraron las currículas de formación. Hoy, dada la velocidad con la que cambian las cosas, el conocimiento técnico queda obsoleto en muy corto plazo. La mitad de las posiciones laborales que hoy existen, no existían hace 10 años. Así que lo importante es aprender una metodología que te permita actualizarte y estar conectado con los cambios. Hoy es más importante saber cómo hacer para que eso que sabes no se cristalice, no ocupe un espacio fijo, sino un espacio virtual, que mañana tiene que estar disponible para algo distinto. En algún momento las instituciones educativas asimilarán este cambio y ofrecerán currículas distintas o metodologías de aprendizaje diferentes, pero mientras tanto (y más que nunca) la responsabilidad de estar actualizado es de cada uno! Hoy no dejas de estudiar cuando dejas la Universidad. ¡Todo lo contrario! Por otro lado, es necesario formarse para un mundo que probablemente tenga reglas de juego bien distintas de las que conocemos hoy. No solo porque es probable que se consolide un orden global distinto en el mediano plazo, sino porque por primera vez en la historia de la humanidad, podemos ser contemporáneos de la “singularidad”, que hoy está estimada para el año 2045.