Resumen de “Hacia una economía post-fordista del castigo: la nueva penología como estrategia de control post-disciplinario”- Alessandro de Giorgi – Universidad de San José (Estados Unidos)
A primera vista, parecería que cada uno de estos “escenarios de control social” manifiesta la prominencia de un tipo de prácticas en particular.
Así, la prisión y los centros de detención de inmigrantes ofrecerían ejemplos claros de reclusión masiva; el territorio urbano representaría el campo de nuevas prácticas de vigilancia generalizada; y la Internet sería considerada como una esfera pública cada vez más afectada por estrategias de privatización y limitación de acceso.
Sin embargo, el punto de vista que aquí se propone es diferente: estos sitios parecen ser paradigmáticos de las actuales transformaciones del control social, pero las tres tecnologías mencionadas caracterizan, en cierto sentido, a todos ellos simultáneamente.
Sólo para ofrecer algunos ejemplos:
- La tarea de recluir a los “residuos sociales” producidos por la economía neoliberal y por la reducción del Estado de Bienestar, es realizada por la prisión y por los centros de detención de inmigrantes así como por los guetos urbanos.
- En el mismo sentido, el proyecto de excluir sistemáticamente a ciertas categorías de personas (definidas, como veremos, por su perfil actuarial), caracteriza a las ciudades post-modernas (en las que los pobres, los “sin techo” y los nuevos “extraños” son mantenidos fuera de muchos espacios públicos y privatizados) así como a las prisiones post-disciplinarias.
- Asimismo, el acceso selectivo encontrará sus principales ejemplos en el territorio urbano, con la difusión de “zonas prohibidas” y de “comunidades cercadas”, pero la misma lógica inspira algunas nuevas políticas para el control de la información (y particularmente de la información electrónica), basadas en la imposición de límites al acceso. Y lo mismo ocurre con la vigilancia generalizada.
El renovado rol del encarcelamiento –y de otras prácticas relacionadas a la reclusión, como la detención de extranjeros indocumentados en los centros de detención de inmigrantes– es un tema de alcance mundial y no solo una práctica común en los Estados Unidos. Sirve como instrumento para el control de las enormes contradicciones sociales producidas por la transición a un orden neoliberal, y puede ser contemplado también en muchos países europeos, cuyas “diversas” poblaciones detenidas están incrementándose.