Desafíos
¿Cuáles son los desafíos del liderazgo en las empresas? Hoy y mañana. ¿Qué líderes necesitamos? En estas páginas encontrarás el puntapié inicial de nuestra propuesta y una reseña bibliográfica para alimentar la reflexión. “Desafíos” fue la idea de un newsletter primero, la de un blog después y finalmente la de una mesa de debate. Hoy esperamos que sea todo eso junto.
05/08/15 Reflexiones #

Cinco niveles de colaboración

La conciencia colectiva no abunda. De los argentinos, pueden nombrarse muchas virtudes, pero la capacidad de llevar adelante proyectos compartidos no es precisamente una. Dicen que nos destacamos por nuestro talento individual, flexibilidad y capacidad de salir airosos de situaciones complicadas. Pero nos cuesta el trabajo en equipo, el respeto por la diferencia y el compromiso común. Harto conocida es la observación futbolística acerca de la Selección Nacional, foro de los mejores talentos que no logran desarrollarse como equipo. En lo personal, más de una vez me he encontrado pensando que estoy dando lo mejor de mí por una causa compartida con otros, pero pocas veces resisto la prueba del espejo. Va aquí un espejo posible, para ponernos a prueba en el prerrequisito del difícil camino hacia la Visión Compartida: La Actitud de Colaboración.

Nuestra primera estación es el BOICOT ACTIVO. La visitamos cada vez que desplegamos la capacidad de crear una restricción, poner un obstáculo u originar un conflicto y decidimos hacerlo de manera programada, intencional y sostenida. Por ejemplo, desarrollar una estrategia consciente para que otros fracasen. En los juegos de suma cero no hay otra alternativa, porque la ganancia de un competidor es la pérdida del otro, pero cuando se trata de una situación “Ganar-Ganar”, el boicot activo genera un auto-boicot.

BOICOT PASIVO: Cuando tenemos la capacidad de crear una restricción, poner un obstáculo u originar un conflicto y decidimos hacerlo de manera sutil, restando colaboración cuando se requiere que nos involucremos en el tema. Ejemplo: No sumo recursos propios necesarios para un proyecto común o me convierto en portavoz de las dudas cuando se necesita mayor impulso.

COLABORACION PASIVA: Tenemos la capacidad de provocar una restricción, poner un obstáculo o crear un conflicto y decidimos no hacerlo. En el BOICOT PASIVO la capacidad de sabotaje se aplica sutilmente. En la COLABORACION PASIVA la capacidad de sabotaje que se posee no se utiliza. Ejemplo: No soy portavoz de las dudas pero tampoco tengo un discurso favorable. Siempre que puedo optar, elijo no tener discurso. Me quedo callado a menos que no tenga alternativa. Me involucro exclusivamente cuando me lo piden.

COLABORACION ACTIVA: Tenemos a nuestro alcance elementos para prestar colaboración y decidimos hacerlo. Me manifiesto a favor de la iniciativa de otros. Ejemplo: Colaboro con recursos, tiempo y opinión en el proyecto, sin embargo, siento que el proyecto es de alguien más. Me involucro en tanto me lo permitan los compromisos propios, mi agenda personal. Estoy convencido de la utilidad del proyecto común pero me defino como espectador, no como protagonista

VISION COMPARTIDA: Me hago cargo de mi parte en el todo y entiendo la relación entre el todo y mi parte. Me hago responsable del éxito o fracaso del proyecto común. Tomo el liderazgo en mi espacio de responsabilidad y lo comparto con los otros en sus respectivos espacios. El proyecto no es de alguien más, yo no presto ayuda al proyecto de otro, yo también soy dueño del proyecto. El proyecto es de todos.

Mi opinión: No veo la vida social transcurriendo en permanente Boicot, pero me confieso jugando junto con el entorno en algún lugar entre la Colaboración Pasiva y la Activa. Sin embargo, todavía creo en la idea de que aumentar la colaboración es la única forma de producir un salto dramático de productividad.

Lamentablemente, no puedo ofrecer demasiadas evidencias manifiestas de dicha hipótesis, excepto una intuición futbolera que asoma cada vez que veo jugar al Barcelona.

05/08/15 Reflexiones #
14/07/15 Reflexiones

El artesano

Hace unos días pude ver en un canal de cable un típico programa de entrevistas. Dos periodistas, una mujer y un hombre más un invitado, quienes conversaban informalmente sobre su vida, sus logros, sus penas y sus ambiciones. El invitado era Gustavo Santaolalla. Para quienes no lo conocen, Santaolalla es un maravilloso músico autodidacta argentino. Fundador de Arco Iris en los años 70, tocó con León Gieco, Charly García y Alejandro Lerner. Luego, decidió cambiar de vida, ma non troppo. Se fue a Estados Unidos, se hizo productor musical, editó a las grandes estrellas pop de los 90 y el 2000, ganó Emmys, Oscars y cuanto premio existía en el país del norte a la labor musical. Escucharlo contar sus logros me produjo la envidia de estar frente a un personaje que no solo consigue grandes éxitos, sino que hace lo que ama. Por favor, ¡qué envidia da ver a quien hace lo que ama! En tren de confesión les diré que yo no lo he conseguido. Verán: amo el fútbol y soy un irremediable número 5 batallador. Pero la posición de número 5 en mi club me la ocupó el Pichi Mercier, por lo cual, no me quedó otra alternativa que dedicarme a la gestión de recursos humanos (y oficiar con dudosa eficiencia como volante de contención en el equipo de mi empresa). La buena noticia es que fui aprendiendo que existe otro camino para mantenerse sano y no sucumbir a la angustia existencial de no poder hacer lo que amas. ¿Cuál es ese camino? Pues bien: amar lo que hacés. En 2008, el sociólogo americano Richard Sennet, quien se ha dedicado a estudiar la dinámica del trabajo en la economía capitalista, publicó su libro “El artesano”. Dice Sennet: “Quiero reivindicar el valor que el trabajo tiene para el hombre como fuente de realización y de plenitud. Debemos recuperar el espíritu artesanal que designa un impulso humano duradero y básico: El deseo de realizar bien una tarea, sin más. El orgullo por el trabajo propio anida en el corazón de la artesanía como recompensa por la habilidad y el compromiso». Pavada de deseo, ¿no? Lo quiero hacer propio y extensivo a todos. Ojalá logremos encontrar en nuestra labor cotidiana el espacio para amar lo que hacemos, cada día un poco más.

14/07/15 Reflexiones
02/06/15 Reflexiones

Elogio del cinco

Los que amamos el fútbol sabemos que se juega como se vive. Alguna vez imaginé que el proceso de selección ideal sería una actividad grupal consistente de un partido de fútbol. Noventa minutos, once por lado, alquilar el mundialista de Mendoza. El mejor observatorio posible de nuestros vicios y virtudes. Sospecho que debido a lo oneroso del «assessment» mis jefes prefirieron prescindir de esta propuesta y mantener las clásicas evaluaciones psicolaborales. Pero si tuviera que elegir gente para sumar a un proyecto propio, me quedaría con el «picado» y seleccionaría jugadores con vocación de equipo.

En lo personal, el perfil que me parece más interesante es el del buen número cinco. ¿Quién es el cinco? Es el bajista de la banda, el actor de reparto, el hígado del cuerpo humano. Cuando no está se nota su ausencia, pero si funciona bien nadie se acuerda de él. Es el primero en defensa y el último en ataque, el guardián de equilibrio. El que mantiene la calma en las crisis cuando el rival se viene al humo y el que sabe cómo distribuir y armar el futuro cuando la pelota está en su poder. Su rol es recuperar y abastecer, hacer que los demás se luzcan, ofrecer cerebro y sacrificio para el éxito del conjunto. Frecuentemente la recompensa de corto plazo no lo acompaña. En general, el cinco no cobra mucha plata y nunca se lleva la mirada de las chicas. El tipo se come amarillas injustas, sale de la cancha con las rodillas lastimadas y festeja cuatro goles en toda su carrera. Si tiene mucha suerte, alguno de esos cuatro goles sirve para ganar un partido clave pero por sí sola la suma de ellos no alcanza para evitar el descenso.

Hay dos maneras de llegar a ser cinco. La primera, es que no hayas funcionado suficientemente bien de 10. Estos suelen ser los peores números cinco de la historia. Sin un entendimiento profundo del rol son tibios en la marca, transportan mucho y no inspiran la confianza de los compañeros. Quienes me hayan visto en una cancha pueden aducir con criterio que el cronista pertenece a esta especie. La segunda es por convicción, por sentir que hay algo más importante que uno mismo y saber que se puede conseguir con mucho esfuerzo. Presumo que para llegar a tener la convicción hay que correrse del centro, entender que las cosas importantes no dependen exclusivamente de uno, asumir que la realidad es un espacio compartido con otros donde las cosas que nos pasan, nos ocurren a todos. No es tan fácil, pero tampoco tan difícil. Cuando alguien se para en la cancha con verdadera vocación de número cinco, se nota que va a dar lo mejor de sí para el bien de todos.

No sé ustedes, pero yo lo quiero de mi lado…

02/06/15 Reflexiones
02/06/15 Fichas Técnicas #

Ficha Técnica: Stephen Nachmanovitch.

Stephen Nachmanovitch es escritor, artista digital, violinista, compositor y educador. Nació en 1950 y estudió en la Universidad de Harvard y Columbia. Ha dictado conferencias sobre la creatividad y las dimensiones espirituales y sociales del arte. Desde 1970 ofrece innumerables conciertos improvisados de violín, viola y violín eléctrico. Actualmente se halla involucrado con el campo de la “música visual”, el video creativo y el software informático que integra música original y gráfica.

02/06/15 Fichas Técnicas #
01/06/15 Reseñas # , , ,

Free play | La obra creativa

Free play | La obra creativa

Una de las tantas maneras en las que se expresan las diferencias entre las cosmovisiones Occidental y Oriental es la definición de “PRACTICA”. Para los occidentales, la práctica es una forma de “adquirir una destreza”. Esa destreza luego será utilizada productivamente en el trabajo y si el trabajo guarda un sentido trascendente, producirá una contribución social. Continuar leyendo

01/06/15 Reseñas # ,

Free play | Obstáculos y aberturas

El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una cosa que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida es la senda futura y recorrida. El rigor ha tejido la madeja. No te arredres. La ergástula es oscura, la firme trama es de incesante hierro. Pero en algún recodo de tu encierro puede haber una luz, una hendidura. El camino es fatal como la flecha pero en las grietas está Dios, que acecha.
J. L. Borges “Para una versión del I Ching»

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01/06/15 Reseñas # , ,

Free play | Las fuentes de liderazgo creativo

Free play | Las fuentes de liderazgo creativo

Seba es mi primo. Es vendedor de libros, entre muchos otros interesantes oficios. En realidad es su faceta “Clark Clent” la que opera de vendedor de libros. Por las noches, cuando no vende libros, se pone el traje de “Superman” y alimenta un blog con las historias del día. Publica las consultas inconcebibles de los visitantes nunca devenidos en clientes, la tipología y morfología de ellos, los variados intentos de hurto de los volúmenes expuestos cerca de la puerta o las discusiones entabladas con los eventuales lectores acerca de las intenciones pretendidamente ocultas de tal o cual autor. Continuar leyendo

01/06/15 Fichas Técnicas

Ficha Técnica: Masche el Raspador

 Masche tiene 15 años, 30 años, 55 o 63. Es un reconocido jugador de fútbol, pero también es verdulero, o poeta. A veces es crítico de cine, instrumentista en el quirófano, director de empresa, colectivero o cualquier otra cosa. Es hombre, pero también mujer. Masche es una forma de percibir la realidad, no siempre correcta, algunas veces exitosa, pero siempre emotiva (aunque equilibrada), comprometida (aunque imparcial), visceralmente cerebral, siempre transparente. Masche es la inspiración que encontramos en nosotros cuando hacemos las cosas con un sentido, y un propósito: el de celebrar la oportunidad de trabajar por el bien de todos.

01/06/15 Fichas Técnicas
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